Configuración genérica de la pantalla en Windows

  Habitualmente, cuando se ve un dispositivo informático en una tienda, supermercado, centro comercial, etc., este suele tener la pantalla apagada, o bien emitiendo una imagen muy vistosa. La imagen muy vistosa se logra mediante una combinación de la configuración de colores, de la iluminación, y del contraste que las pantallas ya suelen tener por defecto para poder ser vendidas más fácilmente atrayendo a compradores con mayor facilidad, pero el problema es que, una vez comprado el dispositivo, esta combinación permanece, por lo que sería recomendable que el usuario la cambiase para evitar los problemas causados por una iluminación  excesiva, la luz azul, y otros factores (entre estos problemas se encuentran el síndrome visual del informático, la fatiga visual o el estrés visual).
    Puesto que la mayoría de los equipos informáticos que se venden en este país son ordenadores personales (de diversos tipos), se verá aquí cómo realizar diferentes configuraciones para que el usuario tenga la pantalla a su gusto en varios sentidos en el sistema operativo estándar de tales equipos, Windows.

CONFIGURACIÓN DE LOS COLORES

   En primer lugar, se explicará cómo configurar el esquema de colores RGB subyacente en la pantalla. Primeramente se debe acceder a la ventana de "Panel de control" y, desdes ahí a "Apariencia y personalización".
  Seguidamente, se accede a la sección "Pantalla", donde estarán todas las opciones para realizar cambios en la misma.
  Dentro de esta pantalla, puede verse, en su sección izquierda, los accesos a las diferentes configuraciones específicas para la pantalla, y algunas de las configuraciones más opcionales relacionadas con la misma. En su sección derecha, se ven opciones para cambiar el tamaño de los elementos de la pantalla, así como sólo del texto de tales elementos. Para lo que interesa hacer ahora, hay que pulsar sobre el enlace "Calibrar color", para lo que hay que tener permisos de administrador.
  Ahora aparecerá una nueva ventana, llamada "Calibración de color de la pantalla", con un asistente para realizar dicha calibración. Se siguen las instrucciones del asistente y se van pulsando los botones "Siguiente" hasta que aparezca una pantalla donde se puede ajustar la gamma (variable de intensidad de la luz emitida por el monitor) de la misma. El usuario puede utilizar el modulador de la izquierda para ajustar la variable gamma a su gusto, pero debería tener en cuenta las pautas indicadas en la pantalla justamente anterior para realizar dicha calibración. Al terminar este ajuste, se debe continuar pulsando el botón "Siguiente".
   Acto seguido se debe calibrar el brillo. Las dos pantallas siguientes muestran cómo hacerlo. Para ello es mejor emplear los botones físicos de brillo y contraste del monitor, que suelen ser más efectivos que la opción "Brillo" de la configuración de pantalla de Windows. La tercera pantalla es para realizar tal calibración, utilizando una imagen de muestra para tener un ejemplo del resultado de la misma. Cada una de las tres pantallas contiene su respectivo botón "Siguiente" al que hay que pulsar para proseguir.
  Las dos pantallas siguientes explican cómo configurar el contraste de la pantalla (también es mejor emplear los botones físicos del monitor). En la segunda hay, al igual que en el caso del ajuste del brillo, una imagen fotográfica para comprobar el resultado de la calibración del mismo. En ambas hay que pulsar el botón "Siguiente" para continuar.
  En las dos pantallas siguientes se ajusta el balance del color. Como siempre, la primera da unas pautas de como hacerlo y en la siguiente se encuentran los controles de configuración del color, así como una imagen con una escala de grises para calcular bien la calibración. Los controles de ajuste de color cambian este en cada uno de los tres espectros de color básicos RGB, se trata de equilibrar los tres al gusto, o necesidad, del usuario (lo ideal, a efectos de salubridad ocular, es que el azul sea menor que los demás). Al terminar en cada pantalla, se pulsará el botón "Siguiente".
  La pantalla final da la posibilidad de comparar ambas calibraciones y de cancelar los cambios si se desea. Si el usuario acepta los cambios de configuración del color debe pulsar el botón "Finalizar", en caso contrario, debe pulsar en el botón "Cancelar".

LA RESOLUCIÓN

  La resolución de la pantalla es es el número de píxeles que puede ser mostrado en la pantalla. Viene dada por el producto del ancho por el alto, medidos ambos en píxeles, con lo que se obtiene una relación, llamada relación de aspecto. En esta relación de aspecto, se puede encontrar una variación, está de acuerdo a la forma del monitor y de la tarjeta gráfica.
  Normalmente, un equipo informático recién comprado viene con la resolución óptima por defecto, pero, como cada persona es un mundo, en Windows es posible cambiar dicha resolución.
  En primer lugar, hay que acceder a la ventana apropiada ("Resolución de pantalla"), lo que se puede hacer de dos maneras básicas. La forma más simple es pulsar sobre el escritorio con el botón derecho del ratón y, en el menú contextual, pulsar sobre la opción "Resolución de pantalla"; la otra forma es dar un rodeo siguiendo la ruta "Panel de control > Apariencia y personalización > Pantalla > Ajustar resolución (o "Cambiar configuración de pantalla")". En ambos casos, lo único que hay que hacer es pulsar sobre el desplegable "Resolución" y elegir la opción deseada de entre las disponibles. Al terminar, se pulsará en el botón "Aplicar" o "Aceptar" para que se produzcan los cambios.
  Otro modo de hacer lo mismo a partir del Windows 8 es acceder a la ventana "Configuración" (en los Windows 8 y 8.1, por ejemplo, se pone el puntero en la parte inferior derecha de la pantalla y se pulsa en "Configuración" en la barra de búsqueda), pulsar la opción "PC y dispositivos" en la sección izquierda de la ventana, pulsar la opción "Pantalla" en la sección izquierda de la nueva pantalla y ajustar la resolución en la barra de resolución del panel derecho de esta última pantalla.
  Tras hacer los cambios, que son automáticos, se cierra la ventana "Configuración".

  También pueden cambiarse los colores de los textos, la imagen de fondo del escritorio, el tamaño de los textos, así como su fuente, y otros factores más concretos de las ventanas y botones que se ven en la pantalla, o programarse el bloqueo, la suspensión o el apagado de la misma, pero eso entra en otros tipos de configuración más complejos que se verán más adelante.

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