Si el equipo enciende, pero no arranca

  En alguna ocasión, el equipo puede encenderse, pero no iniciar ni siquiera la auto-prueba de encendido (POST, en inglés), ni emitir ningún pitido del BIOS, ¡cuanto menos arrancar el sistema operativo!, y se queda detenido en esa situación. Sin embargo, sí que da energía a todos los dispositivos, incluyendo el destello de las luces de los bloqueos del teclado.
  Esto puede deberse a un fallo de la memoria RAM, a un fallo del microprocesador, a un fallo en la placa base, o a una falta de potencia en el equipo.


   El procedimiento para comprobar la causa es el mismo que se suele utilizar siempre, descartar componentes del equipo probando la reacción del mismo a su falta.

  Si la causa es la placa base, el equipo no reaccionará independientemente de los cambios que se realicen en el resto de sus componentes. La solución puede ser recolocar la propia placa base en sus anclajes, pues igual hace algún contacto indebido con la caja del equipo que no se vea a simple vista; también se puede limpiar con aire comprimido o productos para circuitos por si la acumulación de polvo impide la correcta conexión de alguno de sus componentes; si nada de esto funciona, habrá que cambiar la placa base.
  Si el problema es la RAM, cuando se quite para hacer la prueba la placa base reaccionará a su falta, y el BIOS realizará los pitidos adecuados al modelo de placa base (normalmente un pitido largo). La solución es cambiar el módulo de RAM de ranura y volver a comprobar si funciona. Si no lo hace, se vuelve a cambiar de ranura y se repite el proceso; si no funciona en ninguna ranura, el módulo está estropeado y habrá que cambiarlo por otro. En el caso que haya varios módulos de RAM, se deberán hacer las pruebas con cada uno por separado y, luego, tratar de recolocarlos en diferentes ranuras donde se sepa con certeza que funcionan de modo individual.
  Si la causa del mal funcionamiento es el microprocesador, cuando este se extraiga la placa base reaccionará enviando el código de pitido de BIOS apropiado según su marca y modelo haciendo notar su falta (en general, cinco tonos cortos). Puede probarse el microprocesador en otro ordenador que lo soporte para ratificar el resultado. En este caso, la única solución posible es cambiar el microprocesador del equipo.
  Si el problema es generado por falta de potencia en el equipo, lo que se puede verificar usando una fuente de alimentación más potente que la que tenía en un principio, la solución es comprobar cuanta potencia necesita realmente el equipo (normalmente puede hacerse esto sumando la potencia de cada uno de sus componentes, aunque también hay otros métodos) y cambiarle la fuente de alimentación por una que llegue o sobrepase en, como máximo, 5V dicha potencia.
  Si ninguna de estas soluciones al problema lo solventan, la mejor opción del usuario es llevar el equipo a un servicio técnico cualificado... o adquirir otro equipo.

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