Cifrar archivos en Windows

 Uno de los modos de proteger la información que se posee en un equipo informático es cifrar los datos que hay en su disco duro.
  En el mundo de la informática, el cifrado es la conversión de datos de un formato legible a un formato codificado, que solo se pueden leer o procesar después de haberlos descifrado.
  Naturalmente, existen numerosas maneras de codificar dichos datos, unas más sencillas y otras más complejas; así como también múltiples modos de descodificarlos, aunque ese es otro tema.
  En su afán de optar por la sencillez para sus usuarios, los sistemas operativos de Windows tienen un método gráfico y bastante simple para proteger mediante el cifrado los datos que contienen los directorios, o carpetas.
 En primer lugar, habiéndose conectado con un usuario estándar (que no sea administrador), se pulsará, con el botón derecho del ratón, sobre la carpeta cuyo contenido se desee cifrar (en este ejemplo, el directorio se llama "ExerciciosSeg", que contiene dos archivos). Tras acceder a sus propiedades, se debe pulsar en el botón de "Opciones avanzadas..." de la pestaña "General".
   En la siguiente ventana, se debe marcar la casilla "Cifrar contenido para proteger datos" y tener también marcada la casilla que permite indizar el contenido de los archivos de la carpeta. Al finalizar, se pulsará el botón "Aceptar" en ambas ventanas.
 El proceso de cifrado tardará un tiempo proporcional al tamaño del contenido del directorio, tras el cual puede comprobarse que la carpeta tiene el nombre en verde, lo que demuestra que está cifrada.
  Si entrara en el sistema otro usuario estándar e intentase acceder a un archivo de la carpeta cifrada, le aparecería la ventana de advertencia de acceso denegado y no le dejaría acceder (como puede comprobarse al intentar acceder en los archivos del ejemplo, un archivo de texto llamado "Documento X", y un archivo de imagen llamado "Windows 8 B").
   Del mismo modo, si otro usuario estándar intentara modificar el archivo cifrado para que dejara de estarlo, el sistema tampoco se lo permitiría.
 Sin embargo, puede comprobarse que un usuario administrador con los permisos adecuados sí que podría realizar dichas acciones.
  Por otra parte, aunque un usuario estándar no puede ver el contenido de los archivos protegidos en el directorio cifrado, sí puede eliminarlos de modo normal.

  Asimismo, la copia  del archivo cifrado a otro sistema (o a una unidad extraíble, como un lápiz de memoria o un CD) es contraproducente, puesto que el sistema que lo había codificado pierde el control sobre el mismo.
 
  Por lo tanto, puede comprobarse que este método de cifrado, aunque impide la lectura y cierta manipulación de la información que se desea proteger, no imposibilita otras formas de manipulación de la misma, como su destrucción o la obstrucción a su descodificación eliminando la cuenta del usuario que lo creó y codificó. Además, debido a lo arriba mencionado, tampoco es posible crear una copia de seguridad del archivo una vez ha sido cifrado.

  Aguardo que la presente entrada haya sido interesante para el lector. Si es así, espero que el lector la comente y/o la comparta, por favor.

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