Hay ocasiones en las que un solo equipo informático es utilizado por varios usuarios, especialmente en entornos donde se emplean servidores.
Dentro de este contexto, a veces sucede que alguno de los usuarios que utilizan dicho equipo no cierra convenientemente su sesión y, en consecuencia, éste queda bloqueado.
Una de las soluciones para cerrar la sesión defectuosa es conectarse al equipo desde otra sesión, lo que se puede hacer desde el mismo equipo o desde otro diferente si está en una red. En ambos casos se entiende como sesión remota. Por otra parte, esta solución también sirve para expulsar a un usuario problemático (como un intruso en la red, por ejemplo).
En el caso de un ordenador con el sistema operativo Windows, existen dos métodos sencillos, pero eficaces, para cerrar la sesión conflictiva.